Galileo talló sus propias lentes y fabricó un telescopio que apuntó al cielo. Este refractor era más tosco que el par de prismáticos más barato de hoy en día, pero abrió un mundo nuevo a medida que Galileo fue logrando con él cada día nuevos hallazgos.
Isaac Newton, en 1672, desarrolló en Inglaterra un nuevo tipo de telescopio, el reflector. Al reemplazar la lente por un espejo se evitaban algunos defectos ópticos muy molestos presentes en los telescopios refractores, lo que allanó el terreno para los telescopios reflectores gigantes de la actualidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario