Las constelaciones no son más que figuras que trazamos en el cielo por pura conveniencia, enlazando una estrella con otra como un dibujo. Con escasas excepciones, las estrellas que forman una constelación no guardan relación entre sí en el espacio. Por ejemplo, Betelgueuse (la estrella que ocupa el hombro oriental de Orión) dista 427 años luz de la Tierra, mientras que Bellátrix (Bellatrix, el hombro occidental), está a medio camino, 243 años luz. Las estrellas del cinturón de Orión lucen a distancias de entre 800 y 900 años luz.
Si pudiéramos viajar hasta alejarnos cientos de años luz de la Tierra y contemplar las estrellas de Orión desde otro lugar de la Galaxia, no veríamos nada parecido a la figura humana que distinguimos desde la Tierra. Los extraterrestres de otros planetas verían figuras estelares muy distintas, aunque sus constelaciones incluyeran muchas de las estrellas que vemos desde aquí.
1 comentario:
Me apunto a tu blog. Muy interesante y didáctico
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