domingo, 3 de febrero de 2008

M3 = NGC 5272

Cúmulo globular.
Constelación: Canes Venatici.
Magnitud aparente: +6,2.
Tamaño aparente: 18,0 min de arco.
Distancia: 33.900 años luz.
Mejores meses para su observación: de febrero a agosto.
Fácil de encontrar con binoculares, justo a mitad de distancia entre alfa Boo (Arcturo) y alfa Canum Venaticorum (Cor Caroli). Puede buscarse por coordenadas celestes 34m al W y 9º al N de Arcturo.

La calificación que el almirante Smyth hizo de M3 como "uno de los objetos más nobles del cielo" es plenamente merecida. Todos los cúmulos globulares ofrecen, por alguna causa, una sensación de potencia y majestad; pero M3 supera a la mayoría de ellos: por su magnitud visual, ocupa el segundo puesto en el hemisferio N, apenas menos brillante que M13. Y por otra parte, es perfectamente circular, de brillo muy equilibrado, que va descendiendo del centro a los bordes, y de color dorado (espectro F7) muy característico. El campo es relativamente rico para la zona del cielo en que se encuentra, e incluye una estrella anaranjada de la 6,3 magnitud (SAO 82944), otras tres de 7,5, 8ª y 9ª, y un buen número a partir de la 10ª. El efecto es sumamente sugestivo. Hay ocasiones en que las estrellas de campo estorban el objeto en cuestión, otras en que aumentan la impresión visual del conjunto. Los observadores coinciden en que el caso de M3 se encuentra en este segundo apartado.


Si observamos más atentamente, descubriremos un núcleo casi uniforme de cerca de 3' de diámetro; a partir de aquí, el brillo comienza a descender hasta la periferia o corona, que se pierde poco a poco en el fondo del cielo, como ya observa Messier. La zona más exterior o halo sólo se advierte claramente con gran abertura. Un refractor de 10 cm alcanza a ver un diámetro de 7 a 8', que llegan a 11 ó 12 con reflector de 20 cm. En el primer caso percibimos un aspecto granuloso o, como suele decirse, de "bola de nieve". Con 12 cm, se individualizan estrellas en la zona periférica, y con 20 cm se resuelve parcial, pero satisfactoriamente en todo su conjunto. Hay un centenar de estrellas de la 13 magnitud, casi mil de la 14, y así sucesivamente hasta llegar a unas 300.000 entre la 21 y la 22.


Con abertura de 30 cm o más, se divisan muy claramente las "patas de araña", que alcanzan un ámbito de 17', que es el que los catálogos atribuyen al cúmulo. Por cierto que la mayoría de estas patas de araña, contra lo que sucede en otros globulares, tienden a doblarse en la misma dirección: esta circunstancia provocó fuertes polémicas en el siglo XIX pues Lord Rosse anunció "una estructura similar a las nebulosas en espiral"; pero las "nebulosas en espiral" se estimaban entonces como nubes gaseosas, mientras que M3 se resolvía claramente en estrellas. ¿Sería un sistema estelar naciente? La incógnita no quedó despejada hasta que en el siglo XX se identificó la naturaleza de las galaxias.
M3 es un cúmulo extremadamente rico. Sandage individualizó, en paciente análisis, 49.500 componentes: pero éste no es en absoluto el número total como equivocadamente enuncian algunos manuales. La masa, calculada también por Sandage, equivale a 245.000 masas solares, y como la magnitud absoluta, de -8,65, equivale "sólo" a la de 160.000 soles, se deduce que la masa media de las estrellas que componen el cúmulo no alcanza a 0,7 masas solares: en otras palabras que el número de esas estrellas es del orden de las 450.000. M3 no sólo es uno de los cúmulos globulares más brillantes, sino sobre todo uno de los más poblados. Del diagrama color-luminosidad, estudiado por Arp y Braun, dedice N.J. Wolf una edad de 10.000 millones de años.

También es M3 uno de los globulares más ricos en estrellas variables. Se conocen más de 500, de las que la mayoría son RR Lyr. Valiéndose de la relación período-luminosidad, W. Lohmann ha calculado una distancia de 9,9 parsecs, o sea unos 31.000 años luz. A esa distancia, el Sol no pasaría de la 20 magnitud. Pero el número hace la fuerza, y a pesar de la enorme distancia, la presencia conjunta de casi medio millón de estrellas hace de M3 uno de los más soberbios espectáculos telescópicos del cielo.